Rafael Requerey Ballesteros
Hoy no toca hablar sobre temas de la tertulia. Corresponde escribir sobre una muestra pictórica de relieve. Ayer estuve visitando la exposición que presenta mi amigo Paco en la sala-estudio que ha abierto en su casa de la calle San Pedro Alcántara, nº 16. Es un espacio diáfano que desprende calidez, la misma que resuma el artista y su mujer, Mariví, con el trato que te dispensan. Paco atiende a los visitantes de forma personalizada y endulza su conversación con un vaso de refrescante zumo de naranja. Mientras, te va mostrando las dependencias del recinto y la historia del mismo. El Estudio se inauguró el pasado 28 de abril al que asistieron numerosos amigos y amigas. El estudio se encuentra en el solar que fuera fábrica de sombreros allá por los inicios del siglo XX.
La experiencia acumulada, tras años de creación artística, le ha dado a Tamajón una madurez de excelencia que transpiran todas sus obras. Algo así como el dicho: la crianza del mosto, a medida que pasan los años, tiene más solera. Y esa solera lo ha llevado a ser un creador polifacético: pinta, decora, graba, esculpe, diseña. Es, por méritos propios, un artista plástico completo y en plenitud de facultades. Además derrocha una creatividad prodigiosa.
Paco nace en Espejo, en 1957. Se afinca en Priego al conocer y casarse con su mujer, Mariví Molina. Nuestro artista ha sido un asiduo de los cursos de verano que se imparten en Priego. Tiene un espíritu inquieto que le lleva a estar en continuo perfeccionamiento, siempre atento a las nuevas tendencias. En 2017 fue nombrado hijo adoptivo de Priego, reconocimiento que vino a corroborar su dedicación y trabajo al pueblo de Priego, sobre todo en el apartado cultural .
Paco Tamajón pone a disposición de Priego un nuevo espacio para disfrutar de las artes plásticas, apto para exposiciones, audiciones musicales, presentaciones de libros, fotos literarios, impartición de cursos, y un sin fin de actividades más. Otro aspecto a destacar de Paco es la observación y agudeza visual que posee. Ve y analiza lo que la mayoría ni vemos ni procesamos. Y esta visión propia se puede apreciar en la distribución de la sala de exposición y en la decoración de su vivienda donde abundan los materiales reciclados.
Tamajón nos presenta una colección basada en Los Caprichos de Goya. El pintor aragonés presentó sus grabados más realistas y satíricos, realizando una crítica razonada del comportamiento de sus contemporáneos. Después produjo una segunda entrega cuyo contenido era más fantástico y absurdo, señalando visiones delirantes de seres extraños y monstruosos. Goya usó para sus grabados aguafuerte, aguatinta y retoques de punta seca. Esta visión grotesca de las personas que encarnan la mayor degradación moral, le lleva a mostrarlos como bestias deformes.
Goya se encuadraba dentro del movimiento ilustrado y apoyaba los planteamiento de la ilustración sobre los defectos de la sociedad. Era consciente de que España necesitaba un cambio profundo. Algunos lo acusaron de afrancesado, pero mostró claramente su españolismo en cuadros tan potentes como Los fusilamientos. Tanto él como sus correligionarios se oponían al fanatismo religioso, la superchería, la Inquisición, la perniciosa influencia de algunas órdenes religiosas, luchaban por conseguir leyes más justas y un nuevo sistema educativo. Criticó en sus láminas esta situación, consciente de que se jugaba el pellejo y para salvar su posición, rotuló con frases ambiguas algunas de ellas, en especial las sátiras a la aristocracia y el clero y le dio un orden anacrónico a los grabados. Pese a ello, sus coetáneos, entendieron el mensaje: una sátira directa a la sociedad y también a personajes concretos, si bien este último aspecto Goya siempre lo negó.
La exposición que nos presenta Paco, “Nuestros Caprichos”, es una versión personalizada de Los Caprichos de Goya. Consta de 71 láminas en las que recoge los aspectos que más le han llamado la atención de las ochenta estampas que dibujó Goya. Emplea la misma técnica que el maestro y, a mano alzada, va configurando un panorama crítico, humorístico y satírico que atrae la atención del espectador.Tamajón ha captado el espíritu de Goya a las mil maravillas y lo ha dotado de su impronta personal añadiéndole un carácter más burlesco, si esto es posible.
Muestra un manejo de la técnica propio de un artista consumado. Los trazos son definidos y sombreados cuando la lámina lo requiere. Para alguien que no conozca la trayectoria d Paco, su colección le puede resultar sorprendente, pero para los que le conocemos no existe sorpresa alguna. Es simple y llanamente la obra de un artista en plena madurez creadora.Con “Nuestros Caprichos” confirma esa plenitud, a la vez que le da profundidad, rotundidad y maestría a su obra. En cada lámina, al igual que hizo Goya en algunas de sus estampas, incluye un epígrafe muy sugerente sobre lo que representa el dibujo.
La colocación de los cuadros ayuda notablemente a su contemplación, ya que están dispuestos a la altura de la mirada de una persona de estatura media. La Sala se puede visitar viernes y sábados de 20’30 a 22’30.