La batucada infantil, las comparsas y murgas, el pregón, la orquestas, los disfraces y la rica gastronomía fueron los ingredientes más destacados.
Redacción
El pasado Domingo de Resurrección Carcabuey celebró su tradicional “Pascua de los Moraos”, un “carnaval atípico y atemporal, fuera del calendario en el que habitualmente se celebra, y que una vez finalizada la Semana Santa es el mejor plan para poner el broche de oro a estos días de tradición y arraigo en nuestra Comunidad Autónoma”, según el alcalde Juan Miguel Sánchez, el día de la presentación del cartel.
La programación de este año arrancó a las 13.00 horas, con una exhibición infantil de la Batucada ‘Arte Samba’, que vino seguida de las actuaciones de la comparsa ‘Los Reyes de Jerusalén’, de Córdoba, y el tradicional pregón a cargo de ‘El Niño Balandrón’, grupo local que desde el año 1996 participa en la Pascua.
Ya por la tarde, a las 17.00 horas desde la Placetilla, la alegría y el buen humor inundaron Carcabuey con el pasacalles, prosiguiendo a las 18.30 horas con la actuación de ‘La Murga de las Mujeres’ en el escenario instalado en la Plaza de España. La noche también fue intensa, con la verbena en la Iglesia de Santa Ana que, desde las 21.00 horas que contó con las actuaciones de la orquesta ‘Mediterráneo’, la entrega de premios a los mejores disfraces de la Pascua a las 23.00 horas, y tras ello el célebre grupo ‘Planeta 80’ y animación con Dj.
La ‘Pascua de los Moraos’ se ha convertido en un punto de encuentro para propios y extraños con el deseo de vivir una fiesta diferente, singular y que rompe con los cánones de cualquier Domingo de Resurrección que se celebre en el resto de Andalucía.
Para ello, el pueblo sale a la calle y se disfraza para dar rienda suelta a la alegría, la sátira e incluso la crítica social, siendo el ‘mascarón’ el atavío más tradicional compuesto, principalmente, por utensilios o enseres típicos de la vida cotidiana: cestos, jaulas, embudos o ropa ya en desuso. Todo ello aderezado con la amplia y rica gastronomía local, mucha diversión y altas dosis de surrealismo y extroversión que se dan cita en el centro de Carcabuey durante toda la jornada.