Después de la celebración de la liturgia de la Muerte del Señor, la vecindad acompaña los pasos procesionales por la bellas, serpenteantes y cuidadas calles.
Manuel Carrillo Castillo
Como viene siendo habitual, todos los atardeceres del Viernes Santo los vecinos y vecinas de la aldea de Sileras celebran la liturgia de la Muerte del Señor en la Iglesia Parroquial de San Antonio Abad y una vez concluido este acto religioso procesionan las imágenes del Crucificado y Virgen de los Dolores bellamente engalanados por las calles de una de las aldeas más antiguas del partido judicial de de Priego de Córdoba.
En esta ocasión, tanto las autoridades religiosas y civiles de la aldea y Almedinilla han participado en el desfile procesional, como los vecinos y vecinas, aquellos silereños/as que tuvieron que abandonar la aldea y que están visitándola, y la Banda Municipal de Música de Almedinilla.
El emplazamiento privilegiado de la aldea en las puesta de sol sobre las estribaciones de la Sierra Vizcantar y el entramado de sus bellas y serpenteantes calles adornadas con variedad de de macetas, daban un color especial a la aldea colaborando a que las marchas procesionales tuvieran un sonido especial.
Al llegar a la Plaza de la Iglesia, los costaleros y costaleras mecieron y bailaron las imágenes, antes del encierro en la iglesia parroquial, mientras que la Banda Municipal de Música de Almedinilla entonaba bellas marchas procesionales de su amplio repertorio.