Esta aldea almedinillense ha retomado sus tradicionales fiestas durante los días 13, 14 y 15 de mayo de 2022.
Manuel Carrillo Castillo
La aldea de Los Ríos ha vuelto a retomar las fiestas de San Isidro Labrador, tras dos años suspendidas por la pandemia del Covid-19, con un programa de actos que se iniciaba la tarde del viernes con una batería de juegos infantiles y merienda para los más pequeños, mientras que la inauguración de las fiestas tenía lugar la tarde del sábado con disparo de cohetes, repique de campanas y preparación de las carrozas.
Como antesala de la verbena, volvía la tradicional copa de hermandad para todos los asistentes y la música y baile se prolongó hasta altas horas de la madrugada, a cargo de los grupos musicales “Dúo 2 de abril” y “Dúo Enigma”.
El domingo 15 de mayo volvía a ser el día grande de la fiesta con la romería del patrón de los agricultores a la plaza de la Iglesia de San Juan Bautista de Almedinilla, acompañado por ocho carrozas, algún que otro jinete y una caravana de coches engalanados con flores y frutas de temporada. Tras el desayuno molinero, la comitiva romera se dirigía a la aldea de Sileras para visitar a la Virgen del Carmen y realizar un intercambio de ofrendas y recoger el estandarte de la Virgen que acompañará a los romeros y romeras durante la misa de campaña celebrada en la Alameda del río Caicena, oficiada por José Enrique Alcalá-Zamora Burgos, párroco de la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción de Carcabuey.
Una vez concluida la misa romera, tuvo lugar la degustación de la tradicional paella, la carrera de cintas a caballo y la verbena vespertina amenizada por el grupo “Jondorok” que ponía el broche de oro a unas deseadas fiestas.
Los organizadores de las fiestas Juan Antonio Jiménez, Juan Francisco Rodríguez y Guillermo Ruiz han contado con la Asociación vecinal “Carrios” y el Ayuntamiento de Almedinilla, junto a los vecinos de la aldea y localidades del entorno.
Finalmente hay que resaltar que la celebración de San Isidro Labrador ha vuelto con fuerza después de dos años de pandemia. Los vecinos de l aldea y localidades más cercanas tenían ganas de festejar al patrón de los agricultores y ha quedado más que patente en la alta participación registrada en los distintos actos programados.