La procesión fue después de la misa que tuvo lugar ayer domingo en los exteriores de la ermita.
Manuel Carrillo Castillo
San Isidro ha vuelto a ser protagonista en la aldea de Brácana, después de dos años. En 2020, con la pandemia en el peor momento, no se pudo hacer nada, y el pasado año, solo se celebró una misa en los exteriores de la ermita construida en los años 60 y reconstruida en el año 2009. para que los vecinos pudieran rendirle homenaje el 15 de mayo, puesto que todavía estaban suspendidas las romerías.

Sin embargo, ayer domingo, como manda la tradición, se volvía a celebrar la misa, a las 18.00 horas, en los exteriores de la ermita erigida en el Cerro San Isidro y, una vez finalizada, se procesionó la imagen por los caminos y senderos del entorno para después regresar a la ermita.

La asociación de vecinos de Brácana y Barranco del Lobo obsequiaron a todos los asistentes con una merienda de dulces caseros, zumos, café y refrescos.
Hay que resaltar la prudencia respecto al Covid-19 que esta aldea ha tenido en la actual fiesta de San Isidro y en la del día 13 de mayo en honor de la Virgen de Fátima y Corazón de Jesús.