Un pregón envuelto con la magia y sabiduría de los cuentos, experiencias vividas y anotadas en el “Diario de Lola”, con una magistral estructura didáctica y con mensajes de mucho calado religioso.
Manuel Carrillo Castillo
Anoche tuvo lugar, en el Parroquia de San Juan Bautista de Almedinilla, el pregón de Semana Santa 2023, pronunciado por Paqui Chica Malagón, Hermana Mayor de dicha Hermandad del Cristo del Amor desde 2011 hasta hace unos años y que estaba previsto para el año 2020 y no se pudo llevarse a feliz término por causa de la pandemia del Covid-19.
Con una cuidada puesta en escena, con el Cristo del Amor en el dentro del altar levemente inclinado para estar más cerca de la pregonera, atril derecho para la presentadora e izquierdo para la protagonista de la noche, junto a una mesa lateral y zona para los músicos David Ortiz García, Asun González García y Lola Pérez Chica.

A las 20:30h subía la presentadora Antonia Malagón Ariza, madre de la pregonera, para abrir el acto presentando a su hija de la que dijo que era casi una niña cuando empezó de costalera del Crucificado colaborando con la Hermandad introduciendo cambios y consiguiendo grandes mejoras y logros. En el año 2011 aceptó el cargo de Hermana Mayor hasta hace unos años y la actual Hermandad le premia con el privilegio de ser la pregonera de la Semana Santa de nuestro pueblo. También lleva 30 años desarrollando la labor de catequista preparando a niños y niñas de 1ª Comunión y Confirmación y además de su labor como maestra es “una mujer cristiana y comprometida”, Finalizó encomendándole “que siga trabajando con la Iglesia en el lugar en que estés” y cediéndole la palabra del XIII Pregón de la Semana Santa de Almedinilla.

Paqui Chica nos introdujo en la apasionante aventura de nuestra Semana Santa hablándole a la imagen del Cristo del Amor y expresándole lo que siente en estos momentos, con la ayuda de la niña Sofía Lizana Pulido que le va acompañar en todo el relato de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, utilizando la magia y sabiduría de los cuentos y recordando sus experiencias vividas y anotadas en el “Diario de Lola”, con una magistral estructura didáctica y con mensajes de mucho calado religioso.
Comenzó por el Domingo de Ramos, recordando el refranero popular de “aquel que no estrena se condena” y centrándose en Jesús que sale del templo parroquial subido en la burriquita entre palmas y ramas de olivo y teniendo un recuerdo especial para las personas que sufren por la guerra y terremotos y de las Hermanas Reparadoras que nos abandonaron, a la vez que abordaba cuestiones tan profundas como “Dios te ama tal como eres” y que la “historia de amor más grande es la que pone voz a sus sentimientos”.
También dijo que “es bonito recordar aquellas primeras Semanas Santas de nuestra infancia, donde nuestros mayores nos enseñaron aspectos que aún siguen vivos”. Dentro de esos recuerdos, recordó a sus padres, hermanos y toda la familia, amigos de la infancia y del trabajo, grupo de compañeros jubilados y de los componentes de la Hermandad del Cristo del Amor, siendo este pregón un homenaje a todos ellos.
Afirmó que “hoy no es un día cualquiera porque Cristo quiere hacerse presenta en nuestras vidas”, por lo que hay que “amar nuestra Semana Santa, ya que la vida nos empuja a la conversión”. Para mejor compresión, este pregón va a tener forma de cuento en el que Lola se despierta cada día pensando en las vacaciones de Semana Santa y en su vestido nuevo y en los palillos de leche, en el arresol de Josefa, la limpieza de Matilde del Sagrario y un actividad inusual de que algo va a ocurrir.

El Capítulo I del cuento habla del Domingo de Ramos, la bendición de las palmas y de la expresión “Hosanna Rey de las familias” y se plantea las preguntas: ¿Cuándo yo crezca? ¿Cuándo sea mayor?, ¿Cómo contagiar lo que mis padres hacen conmigo? estampándolas en las primeras hojas de su querido diario expresando el deseo de seguir a Jesús y de ser catequista. También expresó la exaltación del Domingo de Ramos y el significado de ser costalero del Cristo del Amor, siendo su pregón “una declaración de amor a mi Cristo como refleja la canción “Palabras para Julia”, de Paco Ib´añez, cantada por el párroco David Ortiz.
El Capitulo II titulado “El Amor fraterno” lo centró en el Jueves Santo con la llegada de los Santos oficios y las inocentes preguntas de la niña Lola del ¿por qué tanta prisa y por qué era el día más importante?, centrando el mensaje de que es “El día del Amor fraterno. Amor de hermanos”, ya que Cristo dijo: Amaos los unos a los otros como yo os he amado”, volviendo a la pregunta del ¿por qué de las procesiones?, a lo que contestó su catequista que era para recordar la historia de Jesús por las calles, teniendo que esperar para ser costalera.
En este capítulo también recordó a la Virgen de los Dolores, más bella que nunca. Una madre que sonreía y lloraba a la vez, mientas que “Lola tenía el conocimiento que la mirada de la Virgen solo miraba a su madre” como refleja la canción “Yolanda”, de Pablo Milanés, cantada por el párroco David Ortiz.
Lola antes de irse a la cama para dormir vuelve a reflejar en su querido diario que sueña con el Cristo del Amor y con las tristeza del rostro de su Madre, por lo que lo miras a los ojos y lo sientes muy cerca, como expresa el poeta León Felipe en sus versos: Hazme una cruz sencilla, carpintero… sin añadidos ni ornamentos… que se vean desnudos los maderos, desnudos y decididamente rectos: los brazos en abrazo hacia la tierra, el astil disparándose a los cielos. Que no haya un solo adorno que distraiga este gesto: este equilibrio humano de los dos mandamientos… sencilla, sencilla…, hazme un cruz sencilla, carpintero.

Ante las distintas peguntas a edades distintas que surgen hay que proclamar el “Bienvenidos a la Historia de la Salvación” en la que se contempla el “amarse como verdaderos hermanos”, mientras escucha los bombos que aumentan cada año, cosa que enorgullece a esta Hermandad que trabaja en los valores de “respeto, compromiso y esfuerzo”, reflejados en la canción “La saeta” de Juan Manuel Serrat, cantada por Asun González García, acompañada al piano por David Ortiz.
El Viernes Santo comienza describiendo el ambiente que se respira en la Plaza de la Iglesia un poco antes de las once de la mañana y recordaba a su abuelo con su prima Paquitina, mientras aparecía Jesús con la Cruz a cuestas fijando su mirada en el padre de Lola en un cara a cara. Imparte la bendición al son de “Un mandamiento nuevo” y Almedinilla está emocionada en medio de los vivas y aplausos, mientras suena el Himno Nacional. Detrás su Madre dolorida, nunca le abandona, mientras se escuchan “los vivas a la Virgen de los Dolores, a la Madre de Dios y la Madre Buena”.
Ese día Lola escribe en su diario sus sentimientos despertados por Jesús Nazareno que nos ha dado grandes lecciones de amor, pidiéndole la bendición para sus seres queridos, mientras que recuerda el toque de corneta de Adolfo González y sus chascarrillos en el Bar Nacional, pidiéndole “perdón, clemencia y bondad”.
Estos sentimientos también se hicieron extensivos a la Virgen de los Dolores, Madre de Almedinilla y Madre nuestra”.

Finaliza su recorrido pascual con el Sábado de Gloria con el capítulo IV titulado ¿Porqué buscáis entre los muertos al que vive? y el capítulo V “Dios, mi Dios es un Dios vivo” , donde se refleja la la extrañeza de Lola de la limpieza de los candelabros, sagrario, colocación de flores…. después de la finalización de la Semana Santa. Y es que todo gira en torno a la preparación de la Misa de Resurrección, donde el fuego, las velas y todas las luces encendidas anuncian la Feliz Pascua de Resurrección, como también queda reflejándose en el diario de Lola, con el epílogo del Domingo de Resurrección, como queda reflejado en la interpretación de la canción de Lola Pérez Chica, “Si me das a elegir”, de Rosalía.

Concluido el pregón, la Hermandad hizo entrega de unos recuerdos a la presentadora y pregonera y la Hermana Mayor de la Hermandad del Cristo del Amor felicitó a la pregonera y presentadora y agradeció la presencia de hermandades, devotos y feligreses, invitando a todos los asistentes a los actos religiosos programados para celebrar la Semana Santa y a tomar unos aperitivos en los salones parroquiales.