El director del Museo Histórico “Fuente Ribera”, el Grupo de Recreación “Emérita Antiqua de Mérida” y el Grupo de Expresión Corporal “Somnus”, de Almedinilla, protagonizan los actos de la penúltima jornada del FESTUM.
Manuel Carrillo Castillo
La penúltima jornada del FESTUM superaba en la tarde-noche de ayer y madrugada de hoy todas las expectativas. De entrada, hay que reseñar que es un éxito que en el plazo de un año se haya puesto en valor los materiales encontrados el año pasado en las tumbas de la localizada necrópolis de “Los Collados”. Una necrópolis descubierta a mediados del siglo XIX por el arqueólogo y director del Museo de Córdoba, Luís Maraver y Alfaro, no dejando constancia de su situación geográfica, a pesar de la gran riqueza de objetos encontrados en más de 300 tumbas y que fueron depositados en diferentes museos nacionales e internacionales. Y, todo, gracias al equipo de arqueólogos, topógrafos, miembros de la Asociación de detectores de metales, propietarios de las fincas y la aportación económica del Ayuntamiento de Almedinilla.
A esta visita guiada, que tuvo varios pases, a cargo del director de Museo almedinillense, le siguió la Charla-Recreación: “La pandemia en época de Marco Aurelio y el médico Galeno”, en los jardines de la Villa Romana,, a cargo de Antonio Artero, del Grupo de Recreación “Emérita Antiqua de Mérida”, quien con grandes dotes comunicativas dio la conferencia ataviado de Galeno.
A las 00:00h del día de hoy comenzaba en el espectacular enclave de la villa romana “El Ruedo” una interesante y profunda actividad “Meditaciones en la madrugada”, basada en el libro “Meditaciones” de Marco Aurelio en la que leyeron 12 textos de las reflexiones filosóficas sobre el estoicismo, secundadas con intervenciones performativas, a cargo del “Grupo de teatro corporal “Somnus” de Almedinilla.
Con un aforo completo, siguiendo todas las normas dictadas por las autoridades sanitarias, y, con un cuidado montaje de los espacios donde se desarrollaron las 12 actuaciones, el público asistente pudo “sacar la esencia de cada uno de los textos y aplicarlo a su yo individual”, como nos comentaba el director del grupo José Manuel Córdoba Lozano.
Las 12 performances comenzaban con el ordeño de una cabra y la degustación de su leche para hacer una divación a la Tierra por todo lo que nos aporta y finalizaba con el espectacular amanecer para “conectar con el nuevo amanecer de nuestras vidas”, con un final muy emotivo y que arrancó muchas lágrimas, en recuerdo a nuestro vecino Adolfo González Ramírez, director de la Banda de Cornetas y Tambores “La Unión”, mientras que los componentes de la Asociación Cultural y Musical “Passio Christi” de Priego de Córdoba y algunos de la banda local “La Unión” interpretaban las emblemáticas piezas “Silencio Blanco”, “Ave María” y “Réquiem” en memoria de su labor realizada con los jóvenes para mantener viva la mencionada banda.
Y, hablando de jóvenes, también hay que resaltar la labor de José Manuel Córdoba con los componentes del grupo de teatro “Somnus”, que cada año nos sorprenden por sus avances en técnicas interpretativas y por la piña que forman en los montajes y desmontajes de sus actuaciones. En este caso, su exquisito cuidado para que todos los elementos colocados en el recinto de la villa romana no dañara sus elementos arquitectónicos y su constancia y entusiasmo en la retirada del montaje para que la villa quede en perfecto estado para las visitas de hoy y el microteatro “Marco Aurelio, verissimus y la pandemia del siglo II”, de esta noche ,a cargo del actor almedinillense, Manuel Toro.