El 24 de enero se celebra San Francisco de Sales, patrón de los periodistas.
En el año 1923 la iglesia católica nombró a François de Sales, santo patrón de los periodistas, reporteros y escritores, debido principalmente a su amplia y relevante labor divulgadora así como por sus sermones escritos
que con inteligencia iba dejando por doquier.
Aunque en un primer momento no calaron fuerte entre los ciudadanos ni consiguieron el objetivo inmediato de la conversión, sí obtuvo alguna que otra muy destacada y eso sin duda iba ayudando a que gota a gota, y en gracia a sus celebraciones litúrgicas, gran parte de los habitantes de aquellas regiones que visitaba se fueran convirtiendo al catolicismo.
Por su formación en derecho respetó a la autoridad pero estuvo siempre muy en contra de un sistema que confiscaba y destruía publicaciones protestantes, que prohibía ejercer cualquier cargo público a los mismos protestantes, y que incluso llegaba a expulsar a pastores calvinistas, […] “buscó suavizar el destino de los protestantes mediante la distribución de salvoconductos y visitó a veinte exiliados de Chablais para continuar el diálogo con ellos” (André Ravier 1995. Un sage et un saint, François de
Sales).
Tras conocer estos detalles de la vida del santo, es fácil adivinar que Francisco de Sales ya abogaba y defendía el derecho humano a la información y la tan necesaria pluralidad en pos de la sana convivencia. Gran lección e interesante reflexión que no muchos políticos gustan de practicar a pesar de que cualquier autoridad gubernamental debería llevarla bien atada a su compromiso en el acto de juramento del cargo público. Y es que por razones de sobra conocidas, al poder le encanta
controlar la información.
Por otro lado, el pasado mes de diciembre el director editorial de Infolibre,
Jesús Maraña, recibía el Premio Derechos Humanos de Comunicación
2023 por su defensa del periodismo cívico comprometido con las causas
de los más vulnerables y con los derechos humanos universales, y en el
transcurso de su alocución, subrayaba la necesidad del periodismo
constructivo a la vez que recordaba que el derecho a la información no es
solo patrimonio de los periodistas que son, “simples intermediarios”, sino
que éste es propiedad de los ciudadanos, “que pueden y deben reclamar
la garantía de recibir noticias fiables y contrastadas que les permitan tomar decisiones fundadas a la hora de ejercer otros derechos
fundamentales en democracia”.
A su vez, también destacaba que los periodistas “tenemos prohibido mentir, estamos obligados a acercarnos a la verdad todo lo posible, y a rectificar cuando nos equivocamos”.
Todo esto viene a colación porque el Alcalde de Priego, Juanra Valdivia está muy molesto conmigo por informar con detalle sobre su sueldo público confesándome tras el Pleno Ordinario del día 26 de octubre de 2023 que su actitud de cabreo conmigo no cambiará hasta que no rectifique. Por supuesto le contesté que no tengo ningún problema en hacerlo siempre y cuando él publique su nómina (que hasta la fecha sigue sin estar actualizada) y así se demuestre si escribí algún dato erróneo.
Tan fácil como eso.
Como bien dijo Maraña, “el periodista tiene prohibido mentir”. Por contra,
y como le contesté a Valdivia aquel mismo día, en el ADN del político que
viene de fábrica, el mentir, cambiar de opinión, tergiversar, adornar o
maquillar la verdad y ser grandilocuente en las “conforting lies” (‘mentiras
tranquilizadoras’), es completamente habitual porque son actitudes
aprendidas durante la escalada hacia el ascenso en la esfera política de los
partidos.
En este sentido, en Priego, aparte de que al Alcalde le moleste que yo
escriba sobre su sueldo público, olvida muy a menudo la importancia de la
pluralidad informativa y el daño social que hace el hecho de no respetarla
y principalmente, de no protegerla.
Creó el monopolio informativo a su imagen y semejanza, siendo él el
concejal delegado de medios de comunicación y actuando como
responsable político y presidente de la mesa de contratación, cuando de
manera más que sospechosa y tendenciosa según el escrito presentado
por el contrariado licitador que quedó fuera de la adjudicación de la
gestión del servicio público de radiodifusión y con un Pliego de
Condiciones que contenía más de una irregularidad como así quedó
constatado y demostrado en el Pleno Ordinario del pasado mes de
noviembre de 2023, se adjudicó la nueva externalización de dicho servicio
(a fecha de hoy ilegal).
A pesar de todo esto y más, en sus típicas grandilocuencias gusta de vanagloriarse de excluir a profesionales que no hilvanan con su hilo de la
transparencia. Cosas de Juanra, ya saben.
Pero es que además en el mismo Pleno se lamentaba de que los profesionales de la información de nuestra localidad representen a varios
medios para poder sacar un sueldo, cuando la realidad es que tan sólo
queda una empresa de comunicación en Priego, de capital privado con
gran parte de financiación pública y que ha sido él, el máximo responsable
de la externalización y absorción de un medio público de capital íntegro
municipal, además de la marcha física y posterior desmantelamiento de
otra de nivel nacional y de gran relevancia como es Onda Cero (Atresmedia) que en su momento tuvo en plantilla a varios prieguenses.
Es decir, que la merma y fuga de medios de comunicación instalados en una
ciudad media como Priego ha sido más que evidente y ha descendido a un
ritmo aún más rápido que el de la despoblación. Triste panorama que
refleja una penosa realidad.
Incomprensible que mientras se lamenta de la precariedad, sea incapaz de evitar la marcha de empresas que puedan generar futuros puestos de trabajo en Priego, tan necesitado de ellos. Esa sí es su responsabilidad como Alcalde, al igual que fijar población para, entre otras cosas, pueda
mantener los sueldos de los cargos políticos. Realizar estrategias equivocadas en las que prima lo propio en lugar del bien general y que
benefician al político de turno, aunque parezca algo menor en un
principio, empobrece paulatinamente el municipio. Dato mata relato y
todo esto es fácilmente demostrable. En esas estamos.
Y para concluir, recordarle al actual primer edil prieguense, ya que le pillaría muy joven y quizás no lo sepa, que hubo un tiempo en Priego
donde también otro Alcalde en plenitud de sus disfrutadas mayorías
absolutas se atrevió a vetar a un periódico como ADARVE. Esto no tuvo nada que ver con el hecho de ser apartado por su partido días antes de
unas elecciones locales y a pesar de que los éxitos electorales propios
también son aplausos para el partido, pero sí con el momento de creerse
todopoderoso, porque en política, de éxito también se muere. Todo lo que
vino después es ya historia.
En fin, mi querid@ lector@, que conociendo los hechos y leyendo el talante que pudo tener el santo patrón, se podría decir que si San Francisco de Sales ejerciera el oficio en estas fechas en Priego, además de santo, obviamente, también sería mártir.
Malu Toro
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